martes, 11 de agosto de 2009

Un poema de José Naveiras


He leído este poema en el blog de Gsus Bonilla y no he podido esperar ni cinco minutos a colgarlo también aquí. Es Genial.


ME

Me duelen las escarpias
de atajar memorias
y se me ponen como pelos
al aterrizar en el ático de mi estómago.

Me lloran los platos
al esperar imposibles
y los tengo como ojos
de tanto recordar silencios.

Me ciega el puño
con inesperados anuncios
y lo tengo en un corazón
donde por suerte no es invierno.

Me ensordece el estropajo
por tostar titubeos
y está como una lengua
si afilamos piedras.

Vale,
tengo los corchos de pulmón.

por José Naveiras, de su libro POEMAS PARA BERBERECHOS (ED.DIEDYCUL 2007)

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