domingo, 14 de octubre de 2012

Cuatro hierros son una jaula,
cinco son un dolor.




La historia de estos versos es que hoy, en un sueño, mi hermano me los ha dicho. En ese momento los he entendido muy bien (mientras soñaba), ahora no los entiendo tanto, pero me ha quedado una gran melancolía residual. Para mi recordar los sueños es como tener interferencias entre dos mundos.