miércoles, 29 de octubre de 2014

Un año más





Otra vez doce de octubre, aquí en Italia no es fiesta, pero esta vez cae en domingo. Da igual, en estos últimos años me he acostumbrado a que mi cumpleaños pase como cualquier otro día. Esta noche nadie piensa en mí, como en estos últimos años. Todos han decidido ir a la fiesta de Lorena. Ella sí sabe cuándo es: ¿habrá pensado en mí? ¿se habrá dado cuenta de que su fiesta coincide con mi no-fiesta?

Fuera llueve y me he quedado solo en casa. Tengo munición alcohólica para montar mi propia fiesta. Cuando ya estoy terminando la primera birra suena el móvil: Antonio. Lo dejo sonar, me gusta la canción que tengo de tono, además, sé que él también está en la fiesta de Lorena. El teléfono suena de nuevo: Alba. No pienso ir a esa fiesta de mierda. Mi fiesta es mucho mejor, aquí no hay ex-somossoloamigos, no hay gente que se cabrea porque estoy deprimido y no me da la puta gana sonreír, no hay ladrones de abrigos, no hay capullos que me levantan a la chica, no hay felicitaciones falsas, no hay fotografías (odio las fotografías), no hay meteduras de pata, no hay nadie, no hay nada. Solo yo, botellas vacías de cerveza y todavía una botella de whisky barato.

Ya es medianoche: feliz cumpleaños, Jess. Mañana habrá resaca y la esperanza de que nadie me venga a molestar. Un año más.

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