Dentro de esta caracola
ruge un mar contra una playa,
en la que quizás alguien haya
dejado una caracola,
en cuyo interior estalla
un mar que muere en la playa
dentro de otra caracola,
que alguien como yo se acerca,
al oído y oye terca
como rompe la mar sola
sus olas en otra playa
en la que quizás alguien haya
dejado otra caracola.
Y así dentro de cada uno,
otra playa y otro abismo,
y quizás nosotros mismos,
este mar con esta luna,
estemos dentro de alguna
caracola colosal,
que alguien se acerca al oído,
para escuchar el sonido
que hace nuestra soledad...