Día 23/Día 0. Ésta es la primera vez que he tenido un descanso para escribir desde que se fue la nieve. Todos los supervivientes sentimos un gran alivio cuando comenzó a salir el sol y se empezó a retirar el hielo. Los que quedábamos esperábamos descubrir las calles llenas de cadáveres, en cambio, llevamos una semana atrincherados en casa luchando contra ellos. El infierno empieza ahora.
Día 13. En la casa quedamos sólo tres. Los otros dos se fueron antes de la ventisca y no volvieron. Estamos discutiendo si repartinos sus cosas o esperar más. Estoy seguro de que no los volveremos a ver.
Día 12. Cada vez hay menos huellas en la nieve. La calefacción ha dejado de funcionar, hemos tenido que comenzar a quemar libros para mantenernos calientes: hemos empezado la hoguera con Shakespeare.
Día 9. Conseguí la provisiones, pero no encontré personas en mi recorrido. También hace tiempo que no oigo al resto de personas que viven en el edificio; quizá hayan escapado.
Día 8. Vuelve a nevar, pero no he vuelto a ver los lobos. Tendré que salir a por provisiones.
Día 7. No nieva desde hace dos días, pero las bajas temperaturas han convertido las calles en hielo. Anoche me pareció ver lobos rondando la casa.
Día 5. Sigue nevando, la comida comienza a escasear y las personas con las que vivo comienzan a mirarme extraño (creo que traman algo). No sé cuánto podremos durar así.